Descorchar y beber a sorbos

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martes, 22 de noviembre de 2011

Mount Charleston, la nieve del desierto


Mount Charleston

La ciudad de Las Vegas ofrece un contraste en su oferta de ocio brutal. A pocos kilómetros de los casinos, restaurantes de lujo, teatros y demás fluorescencias nos encontramos con las montañas más puras de Nevada; lo que nos lleva a comprender el  porqué del nombre de este Estado, Nevada.

Red Rock Canyon, Spring Mountains y Mount Charleston son los espacios más populares fuera del área metropolitana; sus paisajes nevados y el relieve de las montañas, una gastronomía basada en las carnes salvajes y la posibilidad de esquiar ya en estas fechas, son sus grandes atractivos.

Hace apenas unos días visité el Mount Charleston. La estación de esquí estaba cerrada, no había aún suficiente espesor en la nieve, (aunque la verdad, me hubiera dado igual porque no sé esquiar, ni tengo interés en aprender), pero el paisaje era impresionante. ¿Lo mejor?, dar un paseíto mientras el aire copado nos acaricia el rostro, y luego dedicarnos a hacer lo que mejor se nos da a la mayoría (mejor que esquiar): comer y beber.

En pleno Mount Charleston nos encontramos con Mount Charleston Lodge, un restaurante colocado en el centro de las montañas, puramente americano, rodeado de cristaleras que nos permite ver el  frío invierno caer en forma de copo y las montañas montadas con nata helada. En el centro, una gran chimenea que da tono al entorno.

Mount Charleston Lodge

El menú es rico en calorías y de generoso contenido, como es habitual en el Gran País; pero no les recomiendo perderse en él, si no acudir directamente al apartado de hamburguesas o de carnes a la brasa: de búfalo, de alce y de venado. Carnes magras y llenas de sabor que podemos combinar con una ensalada César o, los más insaciables, con un Chile con carne condenadamente bueno (lo mejor). Para beber tienen una curiosa oferta de vinos por copas (buenos Cabernet Sauvignon de California) y Sparkling de Nuevo México (que a falta de champagne francés me sirve igualmente).
Sparkling New Mexico

Fish & Chips; Ribs BBQ (Costillas barbacoa) y sándwiches como el Croque Monsier o el tradicional Sanwhich Club también aparecen en la carta. Postres para no dormir (pude ver cómo sacaban una porción de brownie coronado con abundante nada que pesaría al menos una Libra,  casi medio Kg.). Mejor pedir un cóctel caliente de café y licor como el especial Charleston (Café americano, cognac, vainilla y la santísima nata).

El precio se hace cómodo, teniendo en cuenta las facturas que se pagan en el Strip (Las Vegas Boulevard). Precio medio de la comida por persona unos 25$, con 2 copas de vino 43$, más el cóctel de aperitivo 53$; con copa 63$, más la propina 73$ - 60€-(no olviden que aquí beber… se paga caro).

Recomendable, diferente y bucólico.


martes, 8 de noviembre de 2011

Restaurante Marbella en Las Vegas. ¡Las tapas están de moda!


Zona Lounge en el Restaurante Marbella

¡Las tapas están de moda!
Qué frase tan mascada, tan aburrida, pero tan cierta. Las tapas se internacionalizan y como nos descuidemos, en unas décadas nadie recordará que España fue la cuna de las tapas.

En Las Vegas, las tapas también están de moda. Grandes chefs españoles asentadísimos en los Estados Unidos como Julián Serrano o José Andrés han abierto locales de tapas en diferentes hoteles; el primero en Aría, Julián Serrano Tapas; el segundo, en el Cosmopolitan, Jaleo. Pero no sólo los grandes chefs nos llevan de tapas; existen lugares atractivos y de buena cocina (y bastante más barata) que nos dejan sorprendidos. Un ejemplo, Marbella.


Julián Serrano Tapas en Aria

Abierto hace apenas un par de semanas, el restaurante Marbella combina tres espacios; Bistró con privados; barra para fumadores y no fumadores con mesas altas; y zona chill-out con Dj.en directo. Su chef, David Peña, borda una carta de aromas castizos a los que añade algunos apuntes latinos y yanquis. La tortilla de patata con cebolla confitada, las croquetas de pollo y los arroces son muy recomendables; pero también los tacos del día (cuyas tortillas se preparan al momento, crujientes y desgrasadas) también han adoptado forma de tapa en la carta. El tartar de salmón se encuentra quizás entre los mejores bocados que probé, y también las costillas con salsa barbacoa, pura mantequilla, textura de carrillera. Otros platillos de interés son los ceviches, jugosos (poco intensa la maceración del gambón para mi gusto, el pescado está bien) y platos de verduras como la escalibada (servida demasiado fría) o un simulacro de los pimientos de Padrón, los llamados pimientos Shishito (suelen cosecharse en Japón y dan el pego totalmente), fritos y servidos con sal Maldón o sal gorda, como los de Padrón. Además, algunos pican y otros no.

Vinos españoles, sangría, variedad de cervezas y cócteles se sirven a ritmo de música andaluza entre semana y dance los fines de semana.

Precio medio, sin vino, 25$ (20€)




Pd. En ocasiones,  algunos miembros del grupo de Españoles en Las Vegas (Facebook) se reunen en este establecimiento.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Hotel París Las Vegas y Mon Amí Gabi



Al fondo, el Hotel París Las Vegas

El París es uno de mis hoteles favoritos de Las Vegas, no porque sea el más impresionante, pero sí quizás porque París es una ciudad que una vez me enamoró para siempre y este hotel la refleja de maravilla. Dentro de este hotel,- que no pasa desapercibido gracias a una reproducción a escala de la Torre Eiffel-, se encuentran varios restaurantes, bares y bistrós; el más impresionante, quizás, sea el Eifffel Tower Restaurant, rodeado de ventanales, desde el que se divisa un escenario de Las Vegas impresionante; pero el que yo recomiendo, el que me ha dejado cautivada como lo hizo París, es el bistró Mon Amí Gabí.



Desde Tower Eiffel

Durante estas semanas de estancia en Las Vegas, iba y venía de un lado al otro del Boulevard admirando su terraza, la que da al Strip (Las Vegas Boulevard) y deseando ser una de las afortunadas personas que disfrutaban del aún soleado cielo de esta luminosa ciudad, con una copa de champagne y unos Scargots a la Bourguignon.
Terraza Mon Amí Gabi
El día 1 de noviembre fue mi cumpleaños y mi adorado compañero de risas y tristezas me llevó allí a la hora del lunch. Marquis de la Tour, un buen champagne de precio modesto (para ser champagne) nos acompañó durante toda la comida: Salmón ahumado con crema fresca, chalota picada y alcaparras; Scargots Bourguignon con mucha mantequilla y perejil (sí, lo sé, pecado… Pero era mi cumpleaños); Mejillones a la Mariniere y un enorme Steak a la Bordelaise.(160$ más propina, no se olviden, para dos personas).
Pero lo mejor de todo es que, al día siguiente, volví para conocer y entrevistar al creador del concepto, Gabino Sotelino. Gabino es un SEÑOR, español, que se ha hecho a sí mismo; un empresario que empezó en el mundo de la cocina cuando era muy joven, viajando durante años por diversas cocinas de Francia, Suiza, Hong-Kong o Canadá. Aterrizó en EEUU hace 43 y nunca se fue.

Dedicada a Pablo Varela y Anai

Primero en Chicago, luego en Las Vegas y más tarde en Washington, Gabino Sotelino ha dado forma a diferentes restaurantes, pero sin duda Mon Amí Gabí (Mi Amigo Gabi, así le llamaban sus colegas franceses) ha sido la fórmula perfecta. Brie fundido con miel de pimienta, ajo confitado y avellanas; Mousse de higaditos de pollo y unas maravillosas Vieiras gratinadas con crema de mejillón fueron los platos que probé en esta segunda ocasión. Maravillas igualmente de la auténtica y tradicional cocina francesa (no apta para dietas bajas en calorías, eso sí).
Imperdonable no hacer reserva durante una estancia en Las Vegas.
Pd. Desde Mon Amí Gabí se puede disfrutar, en primer plano, del espectacular lago del Bellagio y de sus fuentes.