Atelier Belge
Por último, el Atelier Belge, un acogedor restaurante a modo de bistró que es la última apuesta d Etienne Bastaits. Esperemos que el resultado sea más positivo que el de su paso por ADOC. De momento la idea apetece. Lejos de la cocina de vanguardia a la que nos tenía acostumbrados el chef, ahora su cocina se sumerge en la tradición belga y nos ofrece platos con aromas intensos a estragón, eneldo, apio... Yo probé unas intensas croquetitas de quisquillas exentas de grasa y muy sabrosas; unos espárragos a la Flamenca, marinados, con quenelle de huevo escalfado que me sorprendieron y que volvería a repetir sin duda; unos pequeños mejillones al vapor con apio muy ricos, la raya a la mantequilla negra y alcaparras que tan bien me enseñó a comer Stéphane en la Gastroteca estaba excelente, limpia de su gelatinosa espina y servida sobre un puré de patata y el Onglet (o entrepierta) servido con chalota pochada y preparado al punto para enternecer la pieza. De postre, tarta de azúcar... Suena dulzón y amerengado, pero créanme, fue de lo mejor; como lo mejor fue un maridaje con cervezas que es lo suyo y que Steve sirve como nadie: Hoegaarden de trigo para empezar con toques cítricos,o las tostadas Orval o Westmalle de Abadía para la poderosa mantequilla negra.
Decoración tenue en piedra y madera oscura; detalles de recuerdos belgas (ilustraciones de Tintin, del escriton Simenon, Adamo); ligereza en sus salsas de mantequilla y precios muy ajustados ( a mediodía menú a 11,50€). Si quieren empezar tímidamente pidan unos mejillones en la barra o unas croquetas de quisquillas.. Poco a poco irán entrando al fondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario