Cuarta edición Millesime y cuarto éxito. Hay personas que convierten en oro todo lo que tocan, y una de esas personas es Manuel Quintanero, siempre toca la tecla que mejor suena, y cuando ésta deja de sonar, se va con la música a otra parte.
Lo que empezó siendo un Club, gastronómico, selecto y dirigido al empresario; ha acabado convirtiéndos prácticamente en un Congreso gastronómico de lujo. 8.000 metros cuadrados destinados al placer palatal. Talleres, ponencias, demostraciones en directo, catas, cócteles, etc... Y tres salones convertidos en restaurantes que, coordinados por Joaquín Felipe (Europa Decó) y Paco Roncero (Terraza del Casino) en cocina y por Paco Patón (acabaremos por llamarle Súper Patón) en la sala, han sido los "restaurantes" con más reservas y más solicitados de estos tres días por prensa, empresarios, sibaritas y políticos.
Yo estuve uno de esos tres días, el jueves 21 a las 15horas exáctamente.
Gazpacho de melocotón con tofu de Dani García (me encantó, el melocotón sólo daba una pincelada de sabor y aroma finales y el punto de vinagre era perfecto); Ceviche a los cítricos de Patricia Quintana (demasiado anaranjado, faltaba el punto cítrico y predominaba el dulzón); Turrón de foie y lima de Dani García (sabor a foie y a polvorón en forma de pequeño ladrilo ligero y casi esponjoso); Merluza con vinagreta de manzana , tomate y calabacín de Marcos Morán (ligero, dietético, en su punto... apto para tomar todos los días y muy sabroso); Enchilada de pato con mole de Guajata también de Patricia Q. (sabor muy atrevido y poco habitual para nuestros paladares... el cacao provocó sospechas de que el guiso se había enamorado de la sartén); y para rematar, la famosísima fabada de Marcos Morán (¿pesado? pues en esos platos no quedó ni un pedacito de morcilla. Logran hacer una fabada mantecosa, suave y desgrasada perfecta). de postre Tatin de manzana de mi amigo Mario Sandoval (dulce, tierna, muy dulce tal vez para mí, perfecta para los más golosos, con un crujiente de frutos secos que le daba sentido a tanta melosidad). Para beber, yo me decliné (seguro que ya lo saben) por las burbujas de un MUMM MILLESIME, pero también se sirvio el albariño de Paco & Lola, San Román 2005, El Picón 2004 de Pago de los Capellanes y un moscatel de Alejandría untuoso y de justa acidez, Jorge Ordoñez Nº2, La Victoria.
Luego GT, si la reina madre de Inglaterra hubiera estado ayer en Millesime habría sido feliz, las mejores marcas de ginebra estaban en manos de los mejores cocteleros del país y cócteles y combinados a base de este destilado de enebro regaba cientos y miles tal vez, de copas y vasos.
Hay que decir que no sólo se comía en los restaurantes, en el salón principal, podíamos probar el mejor jamón de COVAP, Castro y González, Juan Pedro Domeq y Andares de la Dehesa; Andrea Tumbarello nos deleitó con la trufa de Alba, Tartuflangue, colocándola sobre un huevo frito, delicioso, también probamos de esta marca unas esferificaciones de trufa muy logradas y de intenso sabor; Solobuey obtuvo su gran éxito con la gacela estilo Roastbeef (no pasan desapercibidos ni el padre, Luis, por adulador; ni la hija María por guapa y poco discreta, ¡vaya vestido Studio 54 que se marcó!); y Trifón nos dió de desayunar con callos, toma ya.
En definitiva... Todo el lujo posible recreado durante tres días en el cada año más importante Salón Millesime.
Pd. Gracias Mirem.
Sí, la verdad es que ha estado genial. Cada año se superan a sí mismos. Yo también disfruté mucho de la comida del miércoles, aunque como tú, algunos platos me gustaron más que otros. Eso sí, ningún mexicano cocinó para mi salón Caldero, aunque algún plato si vino con toques aztecas.
ResponderEliminar