Descorchar y beber a sorbos

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martes, 10 de agosto de 2010

LA LONJA DE CALPE, MARISQUITO ECONÓMICO Y RESULTÓN



Costa a pie del Peñón d´Ifach






Aunque a la mayoría de los veraneantes les gustaría desviarse hacia el sur, hasta las aguas azul intenso de Zahara de los Atunes, Cabo de de Gata, o Tarifa, lo cierto es que Levante sigue siendo uno de los destinos mayoritariamente escogidos por los españolitos de interior, sobre todo en épocas de vacas flacas. Y detrás de estos, llegan los italianos, cual anuncio de Carrefour. Benidorm, Gandía o Calpe son algunos de los pueblos de veraneo más frecuentados, precisamente por Calpe paseamos hace algunos días para ver de cerca el Peñón d´Ifach para comer algo de marisco económico y resultón.

Como si fueramos moscas... Pegajosos y escocidos por el agua del mar y por las lociones con aroma a coco (parece mentira, todavía sigue pegando el coco en estos productos, ya podían hacerlos con aroma de autor: Aceite con Aloe Vera by Quique Dacosta Factor 12), que se mezclan con la finísima e infiltradísima arena por todos los rincones de nuestro cuerpo, pelo, bikini y pareo; los veraneantes acudíamos en masa, y a la misma hora,hasta La Lonja, donde cerca de 20 ó 30 restaurantes-chiringuito ofrecen la mayor mariscada con el precio más barato... Y además te regalan un vasito de sangría, fritura y jarra de cerveza. Los camareros desde la puerta te persiguen con el vasito de sangría, te paran, te meten los carabineros por los ojos y casi te hacen el menú al gusto. Acabas picando y al final... Pues sí que resulta abundante y barato.





Buena opción para comer o cenar algún día en este rinconcito del Mediterráneo si uno no es muy escrupuloso... El mantel es de papel, el ali-oli de bote (soy fan de Chovi, lo reconozco), las copas no tienen más de 30cl. de capacidad pero sí algún churrete y los vinos son los que son, y no le pidan más a la cosa. Entre las mesas, negros africanos venden relojes y bolsos de falsete, los marroquíes manteles y alguna gitanilla se acerca con el romero y pidiendo la voluntad, mientras los camareros, sudorosos y apresurados hacen su agosto incluso con sonrisa y salero, que se lo saben bien: cuando llega el final de septiembre se vive de ello.

Descubrir este rinconcito se lo debo a Isabel, que es asídua (aunque este año lo haya cambiado por el Caribe), y mira tú, que yo he repetido... Será que no está tan mal...

Eso sí, luego un Gin Tonic como dios manda... De los de local de moda, los que destrozan el presupuesto previsto al salir de casa... Pero que se le va a hacer...

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