
Ayer estuve haciendo una entrevista a Josep Roca, el hermano encargado de hacer funcionar la sala y la bodega del Celler de Can Roca (uno de mis restaurantes favoritos...adorados... y admirados)... hablando precisamente de su bodega, empecé a recordar la sensación que tuve el pasado 11 de octubre cuando la descubrí por primera vez (nunca había estado en el nuevo y modernísimo restaurante diseñado por Tarruella &López+Trench e inaugurado hace apenas dos años). Es un homenaje pleno al vino como arte. Parte de la estancia, que acoge más de 2.500 vinos del mundo, está dividida en cubículos hechos a partir de cajas de botellas de vino. Cada uno de estos cubículos rinde culto a diferentes bebidas, champagne, blancos, generosos, reservas... e intenta transmitir las sensaciones de un trago. Por ejemplo, el espacio dedicado al champagne nos envuelve el oído con un Allegro de Mozart a piano mientras nos deja acariciar minúsculas perlas de acero que simulan las burbujas.
Después de mi entrevista salí a ver a unos amigos al bar Bristol ( en la calle Almirante, muy cerquita del Café Oliver)... un bar elegante y de tono brittish, donde la reina madre sería muy muy feliz... Casi 100 tipos de ginebras diferentes pueden degustarse en su interior: Beefeater 24, Whitley Neill London, Citadelle, Nº209, Brecon, Martin Millers, Blackwoods, Pink 47, GVine, Brockman... En definitiva... El paraíso de los cocineros, tan afines a los gin tonics... Además, tienen Fever Tree, esa tónica que tanto tiene que agradecer a Ferrán Adriá... Desde que la mencionó en una ponencia de Madrid Fusión no hay sitio fashion que se precie que no disponga de ella.... Precios correctos. Eso sí... a la 1.00 horas encienden luces y ya puedes patalear que no habrá nueva copa... Así que mejor ir a una hora afterwork...
Apunte: No os podéis perder los gin tonics que prepara Josep en el Celler, en su pequeño salón de sobremesa... Seguro que pedís otro, y otro... y ya está, que luego cogéis el coche.
¿Por qué no escribes en un post de aquel sitio en San Sebastián del que me hablaste?
ResponderEliminarA ver, ¿qué sitio? Ah, vale... otro capítulo genial en materia de gin tonics...
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